Ante todo tengo que reconocer que el numero de personas (una decena) que nos acompaño no fue el deseado, fuimos muy pocos, pero quiero dejar bien claro que en valentía, dignidad y coraje hoy no nos superaron los contramanifestantes pues carecen totalmente de estos valores por muchos o pocos que sean.
Comenzamos la manifestación en la misma acera del consulado castrista en Las Palmas, colocamos nuestras pancartas y de inmediato al percatarse de nuestra presencia empezaron a salir del mismo consulado de Cuba varias decenas de personas pertenecientes a grupos de ultra izquierda de canarias.
Al principio pretendieron cogernos nuestro espacio pero nosotros aguantamos, en una de esas un funcionario del consulado salio y empezó a decirnos que nos calláramos, al parecer el se cree que esta en Cuba y no se da cuenta que el también respira el aire que solo en un país democrático y libre se puede respirar, como mismo vino se fue para adentro, como los perros avergonzados con el rabo entre las piernas, pobre tipo.
La tensión iba escalando, y la policía (con un criterio equivocado según mi opinión) anticipo la posibilidad de un posible altercado a nuestro derecho a la manifestación invitándonos a colocarnos en la acera de enfrente, mientras la contramanifestacion pudo ocupar toda la acera del consulado como en anteriores ocasiones. ¿Porque la policía nacional tiene un trato de favor con estas organizaciones de extrema izquierda? ...en fin.
Se nos juntaron varios cubanos y canarios, gritamos en contra de la dictadura y tuvimos varios encontronazos con personas que haciéndose pasar por periodistas cruzaban la acera para grabar nuestras caras con cámaras de fotos y video, luego esas grabaciones se las facilitan al cónsul para negar nuestros permisos de entrada, no nos importa, ya perdimos el miedo.
Ya al final varios de nuestros manifestantes se tuvieron que marchar por motivos laborales y enfrente de una jauría de descerebrados 3 cubanos les hicimos callar en muchas ocasiones, con argumentos, con principios.
En una de esas salio la familia “consular” al patio del consulado, cónsul,esposa,hija e hijo presumiblemente, escondidos tras los barrotes y muros del edificio, con un BMW ultimo modelo aparcado en el garaje perfectamente visible desde el exterior, les dijimos varias verdades, reian, no saben que quien rie ultimo rie mejor.
Terminamos, nos marchamos a casa convencidos de que tienen miedo, de que apenas una decena de cubanos pueden hacer temblar a un consulado teniendo que contratar a personal extranjero para hacernos frente mientras se esconden en la madriguera.